LA SOCIEDAD UNIÓN COMERCIAL
Navío parado no gana flete.
Mucho antes de que
existieran las autopistas, autovías y carreteras que disponemos hoy en día, las
comunicaciones entre las ciudades y pueblos de la costa tenían que realizarse
por tortuosos caminos; a pie, a lomos de caballo o en carruajes, el mejor medio
de comunicación de los pueblos costeros era por vía marítima, con embarcaciones
de pequeño y mediano tonelaje, que eran las que garantizaban el suministro de todo
tipo de mercancías, necesarias tanto para la industria como para el comercio, y
de igual manera eran utilizadas como medio de transporte de los paisanos que
precisaban desplazarse a Vigo, Villagarcia, Pontevedra, A Coruña, Ferrol…..
Estas embarcaciones
solían ser galeones, quechemarines, balandros, pailebotes, pataches… sus
propietarios eran armadores dedicados al
tráfico comercial y en otras ocasiones sociedades mercantiles creadas entre
comerciantes para poder surtir sus negocios y a la vez aprovechar los espacios
libres en los viajes para transportar mercancías para otros clientes.
Una de estas
sociedades, fue la llamada UNION COMERCIAL de Corcubión, cuyos orígenes se
remontan al mes de marzo de 1912, en Corcubión, cuando Joaquín Carbonell Sagristá (fomentador) vecino de Finisterre, Francisco Trapote Álvarez, Antonio Paz Rodríguez
(comerciantes) y Andrés Trillo Mosquetín (marino y antiguo patrón del balandro
MENDEZ NUÑEZ) vecinos de Corcubión, compran a Manuel Xampén y Pou (fomentador) vecino de
Finisterre , el balandro SAN EXPEDITO, con el fin de dedicarlo al tráfico
comercial entre los puertos de Galicia mediante una sociedad constituída entre
los compradores y cuya gerencia ejercería Francisco Trapote Alvarez . El coste
de la operación ascendió a la suma de 1.500 pesetas. En el mes de agosto de
1917 Andres Trillo Mosquetín vendió su parte a sus compañeros de aventura (AHUS Protocolo 77 de 1912 Notario Jesús
Fernández Abelenda).
El SAN EXPEDITO era un
balandro que había sido construido para D. Feliciano de Haz y Pou, fomentador y
vecino de Finisterre, por el carpintero de ribera del Pindo D. Manuel Alsina en
el año 1905. Eran sus dimensiones Eslora
13,60 metros, manga 4,40 metros, puntal 2,15 metros, tonelaje 27,48 toneladas.
Número de palos dos. Forma de la popa elíptica.
En fecha 31 de agosto
de 1917, los propietarios del SAN EXPEDITO en unión de otros comerciantes de la
zona constituyeron la Sociedad UNION COMERCIAL de CORCUBIÓN.
Según está reflejado en
la escritura de constitución: “Qué en
evitación del perjuicio que se les causa, a unos en sus operaciones
industriales y a otros en sus especulaciones comerciales la deficiencia e
irregularidad de los medios de transporte marítimo de mercancía, entre el
puerto de Corcubión, y los de Vigo, La Coruña y otros, han acordado asociarse
con el fin de adquirir uno o dos buques de vela, de tonelaje y condiciones adecuadas
para él referido tráfico. Al efecto
aportan como fondo social, a tal fin destinando la suma de dieciocho mil
quinientas pesetas, con las que habrán de adquirir uno o más balandros que se
destinarán al transporte de mercancías entre los puertos que quedan expresados
con la regularidad conveniente a los intereses industriales y comerciales de
los comparecientes." (AHUS Protocolo 337 de 1912 Notario Jesús Fernández
Abelenda).
Para dicho para dicho
fin se constituyeron por tiempo indeterminado y de acuerdo a las disposiciones
del Código de Comercio.
Estaba integrada por 21
socios de diversos puntos de la comarca, que se repartían las 37 acciones del
capital de la siguiente manera:
Manuel Martínez de
Coucieiro dos acciones, Ramón Canosa Figueroa de Villastose una acción, Joaquín
Carbonell Sagristá de Finisterre tres acciones, Juan Domínguez Dumar de Lires
una acción, Sinforiano Pampín Domínguez de Lires dos acciones, Nemesio Pérez Canosa
de Pereiriña dos acciones, Crisanto Corbal Lema de Berdeogas una acción, Ramón
González Trillo de Cee dos acciones, Eulogio Rey Acuña de Cee dos acciones,
Manuel Marquez Mira dos acciones, José Paz Rodríguez dos acciones, José Pérez
Alvar una acción, Francisco Trillo Lago tres acciones, Gerardo García Cereijo
una acción, José Martinez Gómez una acción, José Bermúdez Fernandez una acción,
Manuel Freire Costa dos acciones, Manuel Trillo dos acciones, Ricardo Franco
Castro dos acciones, Francisco Trapote Alvarez dos acciones y Antonio Paz
Rodríguez dos acciones, todos ellos de Corcubión.
El Consejo de
Administración o Junta Directiva estaba compuesto por cinco socios de los
cuales uno era el Gestor, representando a la sociedad como Naviero, otro tesorero y cuatro vocales. Asimismo disponía
también de un cobrador que no tenía porque formar parte de la Junta Directiva.
Los cargos de gestor,
tesorero y cobrador deberían ser desempeñados por socios que residiesen en el
término municipal de Corcubión.
La primera Junta
directiva quedo constituida de la siguiente manera.
Socio Gerente,
Francisco Trillo Lago.
Tesorero y vocal,
Francisco Trapote.
Vocales, Nemesio Pérez
Canosa, José Bermúdez Fernández y Manuel Márquez Mira.
Como primera decisión y
de acuerdo con todos los socios se decidió la compra de los balandros “San
Expedito” y “Méndez Núñez”.
Los patrones de los
balandros eran nombrados por la Junta Directiva, a la que tenían que rendir las
cuentas de cada viaje presentándole los recibos y justificantes de las operaciones
realizadas, el patrón aún siendo socio podría ser cesado por la junta sin que
se expresara él motivo que había dado lugar. Asimismo la junta era la encargada
de fijar el precio de los fletes atendiendo a la costumbre establecida y circunstancias
especiales que pudieran aconsejar aumentar o disminuir el precio de los mismos.
Como cobrador se
designó al socio Gerardo García Cereijo, éste era el encargado de recoger los
recibos del gestor naviero, recaudarlos en los domicilios de los obligados al pago,
extender los recibos, llevar los libros que se exigían al gerente y tesorero,
manuscribir las actas y prestar a la sociedad todos los servicios de amanuense
que precisase, entregando al tesorero bajo recibo las cantidades que se
recaudasen, por su trabajo recibía como retribución el 3% de los recibos que se
cobraban por la carga general que transportaban los buques.
El gerente y el
tesorero percibían como retribución el 1% de los mismos ingresos. Los
beneficios o pérdidas se distribuían en proporción al número de acciones que
tuviese cada socio.
Para las operaciones
comerciales, los socios debían inscribir sus peticiones para los viajes que
tenían por costumbre realizar sus embarcaciones, en un libro de registro que
llevaba el gerente, en el cual no se admitían tachaduras, las modificaciones
que pudiesen interesar a cada socio serían hechas a continuación del último
nombre, este orden sería el que se seguía para dichos viajes con el fin de
garantizar el derecho de todos los socios.
El mismo día de su constitución
se efectuó la compra de la primera embarcación, el balandro SAN EXPEDITO a Joaquín Carbonell Sagrista, Francisco Trapote Alvarez y Antonio Paz
Rodriguez en la cantidad de dos mil pesetas, pudiendo desde ese momento
comenzar sus operaciones comerciales.
En el mes de octubre
del mismo año, incorporan a la sociedad el balandro MENDEZ NUÑEZ, que adquieren
a José González Cereijo y D. Manuel Miñones Oanes en la suma de cuatro mil
pesetas. Este balandro había sido construido en el año 1890 para el primero de
los mencionados, en el puerto de O Freixo, siendo sus dimensiones: Eslora 14,65
metros, manga 4,90 metros, puntal 2,21 metros, tonelaje 34,26 toneladas. Número
de palos uno. Forma de la popa elíptica. (El 19 de agosto de 1894 vendió D.
José González Cereijo la cuarta parte a D. Manuel Esmoris Rodriguez vecino de
Corcubión, el cual el mismo día volvió a venderlo a D. Manuel Miñones Oanes
vecino de Moraime).
El 17 de septiembre de
1919 el nuevo gerente de la Sociedad D. Domingo Trillo Lago, solicita el cambio
de nombre del SAN EXPEDITO por el de UNIÓN COMERCIAL. En el mes de noviembre
fue sometido a reparación en el Ezaro y tras la finalización de las obras fue arqueado
nuevamente, quedando sus dimensiones Eslora 14,41 metros, manga 4,71 metros,
puntal 1,71 metros, toneladas 25. En el año 1923 se le asigna por el Director
General de Navegación y Pesca Marítima la señal distintiva R.G.D.S.
En el año 1931 figuraba
como gerente Manuel Freire Costa, tesorero Eulogio Rey Acuña y vocal Antonio
Paz Rodríguez.
Los balandros realizaron desde la constitución de la sociedad el tráfico comercial para el que fueron adquiridos, transportando entre los puertos de la zona hasta los de Muros, Villagarcía, Marín, Vigo, La Coruña, Ferrol… o aquellos a los que los socios necesitasen mandar o recoger los materiales necesarios para el funcionamiento de sus negocios o de otros que lo solicitasen, entre las cargas transportadas podemos mencionar vinos, licores, conservas, salazones, harina, sal, envases de todo tipo, madera, chatarra…
El 20 de enero de 1932,
el balandro UNION COMERCIAL fue vendido en la cantidad de 1.100 pesetas a
Ricardo Franco Castro el cual el mismo día lo vendió al vecino de Isorna Manuel
Figueroa Ares en la cantidad de 1.200 pesetas, pasando al puerto de Villagarcia
con el nombre de NUEVO MANUEL RIAL. Desde esa fecha quedaron con una sola embarcación para
realizar sus operaciones, hasta el 5 de
febrero de 1934 en que el MENDEZ NÚÑEZ corrió la misma suerte que su antiguo
compañero y fue vendido también a Ricardo Franco Castro, el cual procedió a su
desguace poniendo fin así a 44 años de viajes y aventuras en el mar,
encontrándose entre estas las operaciones de salvamento de los náufragos del
crucero CARDENAL CISNEROS ( perdido en los Meixidos en el año 1905), y a su vez
supuso el final de la Sociedad.
Fuentes: Biblioteca
Virtual de Prensa Histórica, Segunda Lista de embarcaciones puerto de
Corcubión, Archivo Histórico Universidad de Santiago de Compostela.
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