EL SALVAMENTO DEL BERGANTÍN GOLETA "LUSSO" POR EL VAPOR "VILLENA"
En los últimos compases
de la primera guerra mundial la escasez de buques mercantes era grande debido sobre
todo a los hundimientos que realizaban los submarinos. Aprovechando esta falta
de buques y a los grandes beneficios que reportaban a sus armadores los fletes
de estos, se reactivaron numerosas embarcaciones que en muchos casos se
hallaban arrinconadas en las dársenas de los puertos o eran utilizadas en otros
menesteres (gabarras, depósitos flotantes de carbón o simplemente esperaban su
desguace…)
Era éste el caso del
Bergantín-goleta LUSSO de 800 toneladas y bandera portuguesa, con más de 40
años de vida en sus cuadernas, y que se encontraba arrinconado en un dársena
del puerto de Lisboa, seguramente esperando su desguace, pero debido a la falta de embarcaciones disponibles para
el comercio marítimo, fue puesto de nuevo en servicio, y comenzó una nueva
vida, sin embargo su casco no debía estar para muchas alegrías.
A principios del mes de
mayo de 1917 se encontraba realizando
viaje desde el puerto de Oporto al de
Burdeos con carga de vino, en principio su navegación transcurría con
normalidad, pero las condiciones meteorológicas fueron empeorando, hasta el punto que el día 8 se encontraba a
unas 15 millas del Cabo Finisterre corriendo un fuerte temporal que les había
producido una vía de agua por la cual entraba una ingente cantidad de agua la
cual no conseguían detener. La tripulación comandada por su capitán se
preparaba ya para el abandono, cuando a lo lejos divisaron un vapor, al cual
por medio de banderas solicitaron auxilio, era éste el vapor español VILLENA
que al ver las señales de socorro acudió de inmediato en su auxilio consiguiendo
no sin dificultad hacerle llegar un remolque, que hicieron firme a bordo del
bergantín. A continuación pusieron rumbo al puerto de Corcubión en donde
entraron el día 10, tras finalizar las
maniobras de fondeo, el capitán del
VILLENA D. Rogelio Hernández Díaz procedió a reclamar el capitán del LUSSO D.
José de Senna de Oliveira una indemnización de 100.000 peseta por el
salvamento.
Sin embargo el capitán
portugués no estaba de acuerdo con la cantidad que se le reclamaba, en vista de
ello el día 14 de mayo el capitán del Villena intentó comunicarse nuevamente con
él para que constituyese depósito de las 100.000 pesetas. Para ello en primer
lugar intentó que el primero se personase en el despacho del notario de
Corcubión D. Jesús Fernández Abelenda para hacer efectivo el mismo, sin embargo
pese habérselo prometido de antemano no acudió al acto, acudiendo en su lugar
el vicecónsul de Portugal en Corcubión D. Salvador Ramón Carrera que manifestó
que el Sr. Senna de Oliveira había regresado a bordo de su buque, en vista de
lo cual el notario y el capitán procedieron a dirigirse a bordo del “Lusso”. Cuando
pusieron pie sobre su cubierta, la sorpresa fue mayúscula ya que los
carabineros que prestaban servicio de vigilancia en él les manifestaron que no
se encontraba a bordo, siéndoles confirmado por el primer oficial, tras volver
a tierra para intentar localizarlo, cosa que no fue posible, sobre las siete de
la tarde desistieron del acto esperando que finalmente se pondría en contacto
con ellos (AHUS Protocolos año 1917 Notario D. Jesús Fernández Abelenda).
Como el Sr. José Senna
de Oliveira no hacía caso a los requerimientos, el capitán del VILLENA presentó
demanda ante el juzgado, quedando embargado junto al cargamento de vino de Oporto que conducía a
Burdeos
Para tratar de llegar a
un acuerdo satisfactorio para ambas partes el día 21 de mayo llegó a Corcubión
el armador del LUSSO, para que éste pudiese continuar su viaje y entregar la
carga en el puerto de destino.
En el mes de octubre
aún no se había solucionado el litigio y el LUSSO permanecía fondeado en las
inmediaciones del puerto siendo sus tripulantes testigos de la vida en la ría,
llegando uno de los miembros de la tripulación del LUSSO, el marinero D.
Antonio Quintino Forte, natural de Cabo Verde, a salvar de perecer ahogadas a
dos jóvenes que realizaban una excursión por la ría.
Un grupo de jóvenes de
Cee realizaban una excursión por las inmediaciones de Corcubión, en un momento
de la misma la embarcación tomó cierta escora por la mala distribución del pasaje,
aunque no llegó a volcar, dos de las jóvenes que iban a bordo se cayeron al
mar. Se encontraba el bote cercano al fondeo del LUSSO, en cuya cubierta se
encontraba presenciando el incidente el marinero mencionado anteriormente, que
ante lo acaecido no dudó un momento y se arrojó al mar sin desprenderse de su
ropa y calzado, para salvar a las dos jóvenes, que aunque aguantaron unos
momentos en superficie, debido al peso de sus ropas acabaron hundiéndose. El
valiente marinero se sumergió en las aguas y consiguió sacar a flote los
cuerpos de las desafortunadas, que habían perdido el conocimiento pero se
encontraban con vida. Una vez subidas de nuevo al bote fueron llevadas junto a
su rescatador al muelle, donde el gentío allí reunido y que había presenciado
el rescate, colmó de felicitaciones y aplausos al héroe. Los vecinos de Cee y
Corcubión solicitaron a las autoridades que se solicitase una recompensa al
marino por su brillante actuación.
El LUSSO aún permanecía
en la ría en el mes de Diciembre, en el que por providencia del Juez de Primera
Instancia de Corcubión se dictó providencia citando como
implicados en la demanda que en su día había realizado el armador del vapor
VILLENA, al cargador o cargadores de la
mercancía que el transportaba como parte interesada en la misma. Finalmente el
litigio llegaría a buen puerto y consta que en el 22 de agosto de 1918 el
bergantín portugués volvería a hacer escala de nuevo en Corcubión.
El vapor VILLENA
pertenecía a la matrícula de Barcelona donde había sido matriculado en el año
1889 siendo su armador R. Ramos, su capitán era Rogelio Hernández. Sus
dimensiones eran: eslora 68,18 metros, manga 8,40 metros, puntal 5,80 metros,
desplazamiento 955 toneladas.
Aquiles Garea Moledo.
Fuentes Biblioteca Virtual de Prensa Histórica, Archivo Histórico Universitario
de Santiago de Compostela (Protocolos Notariales). Fotografía del "Lusso" cortesía de Alejandro Fernández.
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